Cuenta la historia que corría el año 1844 cuando la unión de los ríos Maipo y Angostura amenazó con su posible desborde al pueblo de Valdivia de Paine, para enfrentar esta desgracia los Valdivianos junto al párroco de la época, tomaron a la Virgen y la pusieron frente al rio, provocando el milagro para los creyentes y las aguas se devolvieron.
Casi dos siglos después, familias completas se unen para seguir con la tradición y sacan a la Virgen del Rosario a recorrer las calles de este apacible pueblo, donde cada uno de sus habitantes se prepara para entregar su mejor ofrenda y pedir por sus familiares, amigos o aquellas esperanza que solo guardan en sus corazones
Tradición, cultura popular, fervor religioso que une a generaciones entorno a la fe. Aquí la creencia es para todos ya sea para los más adultos como también para los más pequeños. Como es el caso de Diego González un niño de 12 años quien ofrenda con su pasión un pie de cueca que estremece el suelo de su pueblo.
Aquí cada uno tiene su misión, como los cargadores de la Virgen, quienes por años son los encargados de llevarla en andas a recorrer el pueblo. Más de 250 caballos, montados por hombres, mujeres y niños, bailes típicos de nuestros pueblos, y aquellas generaciones que ya se entregaron a Dios, todos ellos destinan largas horas de preparación para agradecer y pedir para que La Virgen del Rosario siga cuidando a este pueblo como lo ha hecho por 173 años.
Fuente: buin.cl